lunes, 12 de octubre de 2015

Mandayona a Barbatona


Hola amigos,

Apenas sin dormir, y sin un lugar en el que poder desayunar, pongo rumbo a Aragosa en la 
confianza de que allí podré hacerlo.

Me adentro en el Parque Natural del Río Dulce siguiendo el curso del río del mismo nombre. Es otoño y el arbolado presenta su mejor gama de colores, desde amarillos pálidos a rojos, pasando por ocres y verdes... Abedules, hayas, castaños, robles y encinas conforman todo un espectáculo visual. El ruido del agua y los pájaros acompañan mis pasos en este esplendido lugar. Es posible seguir el curso del río por el interior del Parque, durante algo más de 15 km. hasta un lugar de nombre "La Pelegrina".


Aragosa


Pequeña población de apenas una treintena de vecinos, junto al río Dulce. Cuenta con una iglesia románica del siglo XII, con enterramientos visigodos fechados entre los siglos VI y VII. Ya en el siglo XI, existió como enclave defensivo musulmán, siendo lugar de paso entre Guadalajara y Medinaceli. En 1143 el rey Alfonso VII otorga a la villa de Aragosa su propio fuero.

En la actualidad proliferan las Casas Rurales, que ofrecen sus servicios en edificios reconstruidos con mayor o menor acierto. Observo también cierta suciedad y falta de
mantenimiento, máxime en un lugar que pretende vivir del turismo.

Entre esta localidad y La Cabrera, en la zona conocida como Caserío de los Heros, se encuentra un antiguo molino papelero a orillas del río Dulce, lo que fuera la antigua fábrica donde se creó el primer papel moneda utilizado en España. En época del rey Alfonso XIII, allá por 1868, el Banco de España les encargó la fabricación del papel que serviría para imprimir los billetes de 100 escudos. La fábrica estuvo funcionando hasta mediados del siglo XX. Del complejo, destaca su elevada chimenea cuadrada de ladrillo.

Los Heros fue una antigua pedanía de Sigüenza (Guadalajara), donde vivían los trabajadores de la fábrica y sus familias.

Hace unos años, una promotora inmobiliaria compro esta propiedad con la intención de construir un centro hotelero, pero el Gobierno, a través de su departamento de Medio Ambiente, declaro la idea como inviable.


La Cabrera


Localidad similar a Aragosa, pero con unos 5 habitantes. También con varias Casas Rurales junto al río.

Avanzo hacia La Pelegrina por caminos de tierra ya convertidos en polvo por el paso de millones de personas y animales a lo largo de la historia. Son caminos amplios, milenarios, por los que ha circulado la vida y también la muerte. A diestra y a siniestra, amplias llanuras partidas por el río Dulce. Al fondo el castillo de La Pelegrina, presidiendo y vigilando todo el entorno. No cuesta imaginar los campamentos de soldados Cidianos y musulmanes, separados por el río y dispuestos para entrar en combate. Es un lugar perfecto para ello, para emboscadas, para luchas..., pero también para vivir. Hay agua y caza, el sustento básico de aquella época.


La Pelegrina


Localidad con apenas una veintena de habitantes, situado a unos 1100 m de altitud. Este lugar es famoso por ser la puerta de entrada a la Hoz La Pelegrina. Cuenta también con un imponente castillo roquero del siglo XII, en la actualidad de propiedad privada, ubicado en el punto mas elevado del pueblo y necesitado de un adecuado mantenimiento, desde el que se dominan las Hoces del río Dulce.

Dejo mi mochila en el único bar existente en el pueblo y desciendo hacía el río, para recorrer la Hoz La Pelegrina, quizá la más interesante de las Hoces del río Dulce. Aquí me encuentro con la caseta donde Félix Rodríguez de la Fuente guardaba el material de filmación, para visitar después la cascada del río Dulce, hoy sin agua. Durante el recorrido puedo escuchar todo tipo de aves, con el sonido acrecentado por las paredes de la Hoz, que actúan como altavoz. En el punto más bajo, el discurrir del río Dulce. El arbolado presenta su mejor colorido con el sol entrando entre sus ramas.

De regreso al bar conozco a Lara, Bióloga y responsable del Centro de Interpretación, una persona estupenda que se encuentra en ese momento dando a conocer a los turistas las cervezas artesanas que ella misma produce. Amablemente me ofrece una a probar y os aseguro que está muy rica. Es festivo y hay muchos visitantes que acuden con niños a pasar el día. De alguna manera este lugar me recuerda al río Urederra, en Navarra.

La Pelegrina
Marcho sin poder visitar uno de los puntos fuertes del Parque: El Mirador de Félix Rodríguez de la Fuente, un lugar privilegiado desde el que realizaba estudios y observaciones a las aves que habitan esta Hoz, entre los que destacan los buitres. Han sido unos kilómetros extra a los del Camino del Cid, pero sin duda alguna han merecido la pena.


Sigüenza


Llamada también la ciudad del Doncel, cuenta con poco menos de 5000 habitantes y dos joyas: La Catedral, construida entre las siglos XII y XIII, y el Castillo, situado en la zona más elevada de la ciudad, hoy convertido en Parador de Turismo y visible desde varios kilómetros de distancia. Esta fortaleza ya estaba presente allá por el siglo X, construida por los musulmanes para defender los territorios recientemente conquistados.


Sigüenza
Por otra parte la ciudad cuenta con numerosos edificios antiguos y señoriales, y también con buenos servicios de hostelería. Simplemente pasear por sus calles empedradas es un lujo y es respirar historia.
Castillo de Sigüenza
No existe documento que acredite que el Cid estuviera en Sigüenza.

Prosigo viaje hacia Barbatona a través de una pista forestal que discurre entre pinares, cuando va cayendo la tarde. Después me contarán que respirar entre estos pinares es muy bueno para combatir el asma. ¡Lo que nos falta por aprender!



Barbatona

Este pueblo me ha sorprendido por lo cuidado que ésta, y el buen criterio con el que están llevando a cabo su rehabilitación.
Aquí conozco a Geminiano, uno de los vecinos, aunque residente en Madrid. De su mano conozco el pueblo, resaltando la Iglesia grande del siglo XVII y la Iglesia pequeña del siglo XII, como su patrimonio más valioso, sin olvidar una fuente construida hacia el año 900.

Me indica también como llegar al Albergue Rural Barbatona, donde pasaré la noche. Aquí, ya de noche, me reciben Miguel y Silvia, sus dueños.

Debo mencionar la magnífica cena que me ha preparado Miguel. Vainas o judías, lomo de casa, huevos de sus propias gallinas y arroz con leche estupendo, para tapar huecos, además de un kalimotxo. Genial!

Ahora toca descansar...

Un abrazo


No hay comentarios:

Publicar un comentario